La
educación inicial como primera fase de la Educación Mexicana, está dirigida a
la población entre 4 y 6 años o hasta que ingrese al primer grado de Educación
Básica. Tiene como centro al ser humano como ser social, capaz de responder y
participar activamente en la transformación de la sociedad en la que vive. Se
inserta en un enfoque integral globalizado que se vincula con la Educación
Básica para darle continuidad y afianzamiento a la construcción del
conocimiento, con sentido humanista y social, orientada a la formación de una
cultura ciudadana, dentro de las pautas de diversidad y participación, que
facilite el desarrollo pleno sus potencialidades, para que puedan encarar con
éxito la escolarización de la Educación Básica. En tal sentido, concibe a la
niña y al niño, como individuo de derecho, desde una perspectiva de género,
seres sociales, integrantes de una familia y de una comunidad, que poseen
características personales, sociales, culturales y lingüísticas particulares y
que aprenden en un proceso constructivo y relacional con su ambiente, la
atención integral del niño y niña en ese nivel educativo, se refiere al
cuidado, educación, protección de sus derechos, higiene, recreación,
alimentación y salud infantil; bajo la corresponsabilidad de la familia, el
Estado y la sociedad.
Bajo
este enfoque, los niños y las niñas en desarrollo, constituyen un sistema
abierto que está constantemente expuesto a las influencias de las situaciones
que ocurran en su realidad social, no sólo en su entorno inmediato (núcleo
familiar), sino también las que ocurren en otros contextos que puedan o no
estar en relación directa con ellos.
Las
actividades planificadas, deben propiciar la necesidad de la integración de
familia, comunidad y escuela teniendo como fin la transmisión de valores, la
formación de una conciencia acerca del respeto, cuidado de la vida y el medio
ambiente.
La
actividad física como parte de esas actividades del infante debe ser aceptada,
potenciada y valorada como una necesidad intrínseca fundamental para su
desarrollo. Wallon citado en las bases curriculares de educación inicial,
destacó la importancia que tienen las acciones motoras en el desarrollo
evolutivo del niño y la niña, estableciendo que el ser humano es una “unidad
funcional”, donde hay una estrecha relación entre las funciones motrices y las
funciones psíquicas, lo que se denomina psicomotricidad.
En
esta línea, la psicomotricidad se presenta como un factor predominante para el
aprendizaje social y la adaptación al entorno, por consiguiente, el niño y la
niña deben moverse para aprender y deben aprender para moverse a causa de lo
que reciben del ambiente, tanto externa como internamente que caracterizan su
propia naturaleza (Di Sante, 1996).
Una
de las primeras relaciones entre cuerpo y aprendizaje, lo constituye el
encuentro tónico-emocional entre el bebé y su mamá. Cuando el niño o niña entra
a una institución educativa, la relación cuerpo y aprendizaje se da a través de
la mediación corporal que desarrolla el docente, en el momento que reconoce su
cuerpo y el cuerpo del niño como espacio afectivo de aprendizaje. La mediación
corporal se define como un conjunto de actitudes, técnicas y estrategias
corporales que se ponen al servicio del niño y la niña, para favorecer la
comunicación afectiva, el aprendizaje significativo y la salud, se produce en
el proceso educativo. Se dinamiza a través del tono emocional adecuado, en
gestos, posturas, movimientos, toque, miradas, suspensión, la manera de cargar,
el uso de la voz, el desplazamiento y la rítmica, para ofrecer al niño y la
niña contención y autonomía progresiva de acuerdo a su nivel de desarrollo.
El
perfil del niño y la niña que egresa de Educación Inicial, específicamente del
nivel preescolar es en atención a cuatro aprendizajes fundamentales: aprender a
conocer, aprender a hacer, aprender a convivir y aprender a ser, señalados en
el Informe a la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la Educación para el
Siglo XXI (1996). Asumiendo el “aprender a ser” como síntesis de los anteriores
aprendizajes.
Estos
aprendizajes son concebidos de una manera global e integral, debido a que el
conocimiento infantil se produce en un proceso que implica componentes
cognitivos, interactiva, afectiva y emocional, así como su aplicación y
comunicación en el contexto social y cultural, por lo que no puede concebirse
desarticulado.
En
consecuencia, la planificación y la evaluación educativa concebidas con
características de integralidad y continuidad, al igual que los procesos de
enseñanza y las estrategias didácticas, deben ser coherentes con los
aprendizajes que se esperan al egresar del preescolar. Éstos, considerando las
pautas del desarrollo del niño o la niña en esta edad, se señalan a
continuación.
APRENDER A CONOCER
·
Aprende a reconocerse a sí mismo(a) como
parte diferente y, a su vez, integrante de su entorno inmediato.
·
Aprende y valora las diferencias y
similitudes de género.
·
Aprende a reconocer los miembros de la
familia, la comunidad y la Escuela.
·
Adquiere conocimientos a través de la
interpretación de códigos lingüísticos, matemáticos, científicos y sociales.
·
Es capaz de comunicarse, expresar curiosidad
intelectual, sentido crítico y autonomía de juicio.
·
Utiliza el lenguaje oral en diferentes
situaciones y contextos: conversando, cantando, recitando, narrando cuentos o
anécdotas.
·
Se inicia en la identificación de palabras
escritas; así como en la escritura de palabras y números en textos simples en
un contexto significativo.
·
Comprende acciones y situaciones de textos
simples, como cuentos, poemas, adivinanzas, rimas, entre otros.
·
Interpreta el ambiente estableciendo
relaciones de causa-efecto, de espacio y tiempo, la cuantificación y elementos
tecnológicos relacionados con su edad y nivel de desarrollo.
APRENDER A HACER
·
Se expresa creativamente a través de
actividades artísticas: la pintura, el dibujo, el modelado, la música, la
expresión corporal, representaciones de personajes y situaciones.
·
Es capaz de realizar actividades y juegos que
requieren de grandes movimientos y de destrezas motoras finas con orientación
hacia acciones pertinentes.
·
Utiliza los objetos, juguetes, instrumentos y
materiales disponibles como un medio para su aprendizaje y modificar su
entorno.
·
Realiza juegos y actividades de aprendizaje
con diversos materiales con la ayuda del adulto, otros niños o niñas y por
iniciativa propia.
·
Aplica procesos de pensamiento, experiencias
y conocimientos en las diversas situaciones y problemas de su vida diaria.
·
Práctica hábitos relacionados con el trabajo:
planifica lo que va hacer, desarrolla la actividad planificada y comenta lo que
hizo.
·
Practica hábitos de alimentación, higiene,
descanso, aseo personal, prevención y protección de la salud y seguridad
personal.
·
Participa con otras personas en actividades y
creaciones colectivas en diferentes entornos: la escuela, la familia y la
comunidad.
APRENDER A CONVIVIR
·
Se identifica como persona y se inicia en la
toma de conciencia como ser social en una familia y una comunidad, de sus
normas, hábitos, valores y costumbres.
·
Establece relaciones sociales a través del
juego, las conversaciones y otras situaciones de la vida diaria, con otros
niños y demás miembros de la familia, comunidad y escuela.
·
Demuestra interés por las otras personas y
practica la solidaridad y la cooperación mutua.
·
Establece relaciones afectuosas, de
confianza, de respeto y pertenencia en su familia y su comunidad.
·
Participa del trabajo en grupo y mantiene
relaciones interpersonales abiertas y positivas.
·
Se muestra como un ser original y creativo,
capaz de demostrar curiosidad y espontaneidad en sus acciones, tiene iniciativa
y toma decisiones acordes a su edad.
·
Se reconoce como un yo dinámico que valora y
disfruta de las actividades físicas, lingüísticas, musicales, sociales,
estéticas.
·
Desarrolla una conciencia ecológica de amor
por la naturaleza, por las personas y por su entorno particular.
·
Manifiesta sentimientos positivos hacia las
personas del otro sexo, de respeto y solidaridad.
·
Comienza a conocer sus emociones, manejarlas
y reconocer las de las demás personas.
Por
su parte, Lanz (1998), explica que de acuerdo a lo establecido en los
diferentes aspectos deontológicos, que rigen la Educación en Venezuela, el
ciudadano que debe formarse se caracteriza por lo siguiente:
El
desarrollo de las potencialidades del hombre, fundada en su formación
humanística integral, dirigida hacia el desarrollo de la capacidad analítica
(soberanía cognitiva o pensar con cabeza propia en términos más coloquiales)
hacia una cualificación laboral politécnica que supere la estrecha parcelación
del saber y el hacer, con habilidades y destrezas innovadoras, con actitudes y
valores solidarios y cooperativos.
Por
lo expuesto anteriormente se puede inferir que el perfil del niño y niña que
egresa de la Educación Inicial, metafóricamente se concibe, como la semilla
plantada que germinará en los niveles educativos subsiguientes.
ESTRATEGIA PEDAGÓGICA
La
formación permanente de los docentes de Educación Inicial es un proceso que
demanda el dominio de los contenidos y procedimientos para enseñar, es por ello
que hay que valerse de estrategias que permitan alcanzar el interés del niño y
la niña en los contenidos a desarrollar. Para ello cabe preguntarse, ¿qué son
las estrategias? Y según Huerta (2000), las estrategias:
Son
aquellas que permiten conectar una etapa con la otra en un proceso; es la unión
entre el concepto y el objeto, donde el concepto representa el conocimiento y
conjunto de ideas que el sujeto tiene del objeto y el objeto es la
configuración física de la materia viva o animada, donde la materia viva esta
representada por el hombre. (p.78)
Así
mismo, Chacón (2000) la define como un conjunto de proceso y secuencias que
sirven para apoyar el desarrollo de tareas intelectuales y manuales se derivan
de los contenidos, para lograr un propósito. Visto así, para estos autores las
estrategias deben dirigirse a los alumnos tomando en cuenta los contenidos que
sean necesarios para su interés y a su vez contar con una motivación entre el
profesor y los estudiantes. Cooper (2001) refiere que las estrategias son
planes para dirigir el ambiente del aprendizaje de tal manera que se
proporcionen las oportunidades para lograrlo, así como los objetivos. Su éxito
depende de los métodos empleados, del uso de la motivación, así como de las
secuencia, pauta y formación de equipo que se sigan. Para el autor es
importante la metodología que se emplean dentro de sus estrategias afirma, al
igual que Chacón y Huerta, la necesidad que tiene la motivación dentro del
desarrollo de las estrategias.
Las
estrategias pedagógicas deben estar dirigidas, específicamente a la
organización mental y a los esquemas intelectuales de los estudiantes. Por tal
razón, Carretero (1995), enfatiza que: (a) el estudiante debe ser animado a
conducir su propio aprendizaje (b) la experiencia adquirida por este debe
facilitar el aprendizaje; (c) las prácticas del aprendizaje deben ocuparse más
de los procedimientos y competencia que de los conocimientos estrictos.
Es
decir las estrategias deben planificarse tomando en cuenta los esquemas
intelectuales de los estudiantes apuntando a la motivación del estudiante por
aprender y que este ser participativo en su proceso, que los conocimientos
previos sirva de enlace para ayudar al que el aprendizaje sea flemudo. Y por
consiguientes las actividades deber estar dirigidas alcanzar las competencias.
Al respecto Castenela (1999) señalan que un procedimiento adquiere y emplea de
forma intelectual intencional para aprender significativamente a solucionar
problemas y atender demandas académica.
En
cuanto al método, Muñoz y Noriega (1996). Lo define como “El camino, manera o
modo más adecuado para alcanzar una meta” (p. 34). La metodología, según estos
autores posee un valor etimológico, en cuanto al tratado de método y al sistema
propio de una ciencia particular. Para Zaragoza citado por Muñoz y Noriega,
(1996), las actitudes metodológicas se clasifican por el grado de interacción
del profesor sobre el alumno. El método a su vez puede ser didáctico,
dialéctico y heurística. Por el grado de influencia del profesor sobre el
alumno el método es impositivo, propositito y expositivo, y por el grado de
valoración del profesor sobre la enseñanza misma el método se caracteriza como
dogmático, es séptico y critico.
La
caracterización metodológica depende de la aptitud del profesor, manifiesta con
respecto a la condición del estudiante en el logro de las metas, esta aptitud
pocas veces es considerada fundamental a la hora de enfocar los procesos de
enseñanza y aprendizaje.
A
hora bien las estrategias y actividades se derivan del análisis, de los métodos
y por el tipo de contenido sobre el cual se ejerzan. Cada uno de los métodos genera,
por lo común, uno o más procedimientos coherentes con el método de referencia.
Las estrategias instruccionales en el área de educación física deben ser
concretas y entre sus puntos de referencia deben considerarse los siguientes
aspectos: Equilibrar el manejo de los conceptos, procedimientos y aptitudes,
introducir la globalización y la interdisciplinariedad y orientar el
aprendizaje sobre el ente corporal, pero no atendiendo al movimiento de ese
cuerpo o su desarrollo biológico solamente, si no centrar su finalidad en el
humano total como ser viviente integral.
La
selección de estas estrategias considera las técnicos mixtas, es decir,
individuales y colectivas. En tal sentido, las técnicas individuales favorecen
el auto aprendizaje, la auto responsabilidad y la autorrealización en los
estudiantes. El empleo de técnicas grupales según Muñoz y Noriega, propician la
interrelación entre el profesor y el estudiante y de estos últimos entre si, en
atención al logro de las competencias, obtención de información, construcción
de conocimientos, cambios de actitudes, la experiencia previa, atención
individualizada, entre otros aspectos relevantes.
Se
tiene entonces, que es de gran importancia asumir que cada docente imprima su
huella personal y profesional en el momento de conducir la enseñanza, al igual
que los estudiantes tienen una forma propia de alcanzar su aprendizaje por lo
tanto, en la escogencia de las técnicas se debe tener presente las
características de los estudiantes y del profesor la matriz de ideas
significativas del programa y la referencia temporo-espacial del proceso.
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